No hay nada que me agite y me excite más que sentir como soy observada,…intuyes como alguien a lo lejos le da un repaso a todo tu cuerpo, la vista acechante, mirando por el rabillo del ojo, pero pocas veces, coincides con esa “mirada.
Sentada en aquella cafetería, como siempre antes de ir a trabajar me disponía a tomar mí desayuno – café con leche y unas tostadas, aunque ese día estaba más abarrotada que de costumbre, pero pude darme cuenta que había unos ojos clavados en mi. Intente girar la cabeza Suavemente, sin apenas movimiento y en una mesa del fondo había una pareja que charlaba muy animadamente, pero los ojos de el,…- uhummm…recorrían toda mi anatomía.
Irremediablemente en ese mismo instante parte de mi cuerpo, se puso en funcionamiento, miradas, juegos con el labio inferior, no sé por qué, pero sentirme deseada por un hombre acompañado, provoca que yo misma reaccione mostrando gran parte de mi sensualidad, es mi forma de responder a su cortejo, pero esta vez, soy yo la que desea ir más allá.No le dedique mucha atención al físico, la verdad, lo que si pude observar es que tenía una mirada, penetrante, seductora ,necesitaba saber, si seriamos capaces de vivir esa locura, me estaba atrayendo hacia el de una forma irremediable, y yo,…quería sentirme ganadora como una hembra capaz de llevármelo a mí terreno. Y así lo hice. Page mi café y dedique tiempo a charlar con la chica de la barra a la espera, de que su acompañante, desapareciera. Ella se fue al baño.
Me acerque hasta su mesa diciéndole:
-Parking 34,...justamente aquí al lado,...una corta frase, humedecí mis labios y le mire fijamente.
Se quedo casi sin habla, me miro y me echo una risa picarona, sentí como una sacudida recorría mi cuerpo, me sentía inmensamente poderosa, excitada, sin entender como yo había sido capaz de hacer algo así.
Llegue a mi coche , me senté en el asiento de atrás y fui desprendiéndome de las braguitas, pude notar como esa escena había humedecido mi sexo, mi cuerpo estaba en tensión, el vello de punta, y un escalofrío recorría todo mi cuerpo , mientras con mis manos, acariciaba mis pechos por encima de la ropa, a la espera de que el llegara. Sabía que no tardaría. A los tres minutos lo vi llegar, me dio la sensación que estaba nervioso, inquieto…sabía que era su única oportunidad para sentir mi cuerpo, se puso en guardia, el miedo a sentir que podría escaparme lo tenía tenso…vasto decirle que se tranquilizara y que disfrutara …se limito a callar y a obedecer…
Comencé a dejar mi cuerpo completamente desnudo, me deshice de la demás ropa, mis pechos estaban deseoso de sentir sus labios y la punta de su lengua, puse mi mano en su nuca y lo atraje hasta a mí, lo bese, jugué con sus labios, y le dije al oído – haz conmigo lo que quieras.
Sujeto mi cabeza y comenzó un recorrido, iniciado en la oreja, lamiendo, descendió por mi cuello, humedeciendo todo a su paso, sin dejarse un centímetro de piel, expuesto a ese habiente que se concentraba de deseo, siguió bajando ,pausadamente por el interior de mis pechos, sentía su cuerpo temblar, y cuando quise darme cuenta lo tenía entre mis piernas, su legua atroz pasaba por mi sexo húmedo, atrapando el clítoris con los dientes y soltándolo de forma suave una y otra vez, penetrándome con su lengua, sus manos fuertes me sujetaban del pompis, no tenia escapatoria yo lo sujetaba de la cabeza y lo atraía hacia mi, …por el hueco que quedaba entre mi sexo y su cabeza conseguí meter mi mano, un simple gesto me basto para darle a entender que se incorporara, todo su boca estaba húmeda, incline mi cuerpo, me acerque a él y le comí la boca, saboreando mis flujos, le pase la lengua por el filo de sus labios y le dije.. – ahora déjame a mí.
Su torso ya estaba al descubierto, desabroche su pantalón y con gesto rápido se lo quite. Una sucesión de besos me llevaron hacia su polla, dura y firme, me deslice por su tronco guiándome con la punta de la lengua, resbalando hacia sus testículos, introduciéndomela poco a poco en la boca, el dirigía mi cabeza empujándola hacia abajo y después yo subía suavemente. Me era suficiente mirarlo a la cara para saber que estaba disfrutando, sus ojos cerrados, y sus sollozos entrecortados. Levante la cabeza, lo rodee con mis piernas ajustándome encima de él, centrando su polla en mi coñito, con movimientos circulares, sin introducirla, solo el roce de humedades, frotándonos, intuía sus ganas de follarme, solo quería provocarlo y que sacará la fiera que estaba segura que había en el, sus manos apretaban mis cachetes, y su movimiento pélvico me advertía que en cualquier momento me embestiría.
Con un gesto brusco, me saco de encima y me dijo: - quien me busca me encuentra..
Engancho mi cintura y con un movimiento rápido me tumbo en el asiento, abrió mis piernas, todo lo que pudo y me la clavo agresivamente,mientras con una mano me tapaba la boca, apenas podia respirar, un dolor recorrió mi cuerpo, me estremecí, llegando a soltar un sollozo, mi interior se desgarraba, pero me gustaba, levante mis piernas poniéndolas encima de sus hombros y dejé todo mi coño para él, cesaba el movimiento pero al golpe, volvía y arremetía, me temblaban todo, estaba recibiendo lo que me merecía. Saco su polla y la puso encima de mi clítoris, unos cuantos roces y termino corriéndose a la vez que yo, dejándome impregnada de su esencia, No dijo nada, solo me beso. Yo quede consumida.
Bajo del coche y vi como se alejaba a lo lejos echando la vista por el retrovisor, unos segundos después deje de verlo.